POESÍA
Eres dulce como una flor,
como una flor, que cada día
me das lo mejor, lo mejor,
de tu cuerpo mi amor.
Poquito a poco voy
arrancando tus pétalos
hasta dejarte desnuda y
encontrarme con tu
corazón.
Tus garras me clavaste
al coger tu linda flor.
Por mis venas va corriendo
tan fuerte dolor.
Yo solo quería oler tu cuerpo,
tu cuerpo, hasta embriagarme
como si me hubiese bebido
un buen licor.
En mi casa tengo un rosal
que todos los días riego con
mucho amor, sus ramas crecen
y crecen, hasta llegar a mi habitación,
donde duermo como un lirón,
de pronto me despierto al sentir
en mi cuerpo algo que no era la
brisa que por la ventana entraba.
Abro los ojos, y encuentro sobre
mi cuerpo desnudo, una tierna
rama que se agitaba, de tan
bello rosal que yo con mucho
amor regaba.
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