sábado, 31 de mayo de 2008
SALIDA PARA EL ROCIO
domingo, 18 de mayo de 2008
FERIA DE JEREZ DE LA FRONTERA
sábado, 17 de mayo de 2008
FERIA DE JEREZ DE LA FRONTERA
viernes, 16 de mayo de 2008
Conservación y mantenimiento
Hoy que tanto hablamos del cambio climático, le pido al pueblo
de Encinasola que cuide el mantenimiento de los grandes
tesoros que hoy tiene, puede que mañana los necesite y
ya sea tarde.
Tanto cuesta el mantener, el cuidar y respetar esos manantiales
que ha nuestros antepasado tanto le costo encauzar y dejárnoslos
para la eternidad
martes, 6 de mayo de 2008
POEMA A LA PEÑA SAN SIXTO
Saltamontes de San Sixto
¿Que te pasa en tu patita?
¡Que me falta el meñisco!
En tu trono de piedra,
apoyado en tu cadera
porque te falta el meñisco,
pareces el Rey del risco.
¡Vuela saltamontes de San Sixto!
y pósate en tu olivo.
Aliméntate del trigo que yo
pediré al doctorcito que te
ponga el menisco.
Saltamonte de San Sixto
Que vives en el olivar,
hoy te hice este retrato,
para que seas inmortal
Saltamonte de San Sixto.
¿Porque no arrancas a volar?
¡Me sigues dando mucha pena,
al no verte saltar!
domingo, 4 de mayo de 2008
ELVIENTO Y LOS ALAMOS
Cansado de vagar por este odiado mundo y lleno de culpabilidad, abro las ventanas cubiertas de hiedra, hinchadas por la humedad, empujándolas con un sonoro golpe se abrieron de par en par, dando paso a una brisa por delante de mis ojos, que no me deja ver la claridad del mundo exterior.
Las abro en busca de falsas esperanzas que me traigan lo que ya no necesito, como quien ya no tiene nada más que hacer, distraído y ausente, presto a recibir la vida entera, aunque lo poco que pida emocionado sea que me suene el aire que mece los altos álamos del exterior.
Soñar es todo y hoy soñaré, como al principio, con la dulzura de cuando era un niño, lo que yo quisiera, es hacerte reír y suspirar, siempre tendrás de mi eterna soledad, a la que habrá que engañar con una maraña de hechos, envolviendo la cinta en los ojos, y dando varias vueltas para desorientarme, mujer cobarde y ciega, no me encuentres.
Y perdido en lo escuro y triste de un sueño, la inquietud de la noche sigue colando la brisa por mis ventanas abiertas para llevarme, sin perjuicio ni juramento de amor encendido que quizás traigan después el sabor de la hiel; pero yo abrí mi casa, rompí la hiedra, recibí a la brisa bienvenida, y ahora, triste de mí, no puedo más que dejarme llevar.